El territorio ganado por la fotografía

EST. Publicacions Publicación con motivo de la exposición de Mariela Apollonio The Art Circle. Directors, en Kir Royal Gallery, Valencia, junio-julio de 2012.

La mirada consciente a la realidad transforma nuestra percepción de lo real. Ahí es donde la fotografía, y cualquier derivado contemporáneo de la imagen, regenta su poder, pues construye e instituye algo a partir del referente, donde antes lo representaba. Jean-François Chevrier lo indica de esta manera: “El siglo XX es, tal como quería Fernand Léger, el siglo de los ‘constructores’ […] Nunca se había hablado tanto de creación funcional como en este siglo en el que todas las funciones del arte han sido cuestionadas”[1]. Es un poder transformador, como se ha demostrado, y lo continúa siendo a principios del siglo XXI. Pero en su esencia, la fotografía –o al menos ciertas prácticas fundacionales en activo adscritas a lo fotográfico– todavía mantiene una vinculación, por pequeña que sea, con el documento, con la prueba testimonial. Varios conceptos entran en juego en esta operación: “realidad”, “documento”, “imagen”, “práctica”, a los que habrá que ir añadiendo otros, como “crítica institucional”, “fotografía escenificada”, “cosicidad del sujeto”, “arte fotográfico”, “espacio arquitectónico”, para deslindar el territorio donde se ha asentado Mariela Apollonio y desde el cual ha construido una voz.

 

Texto íntegro en: EST. Publicacions

 


[1] Jean-François Chevrier, La fotografía entre las bellas artes y los medios de comunicación, Barcelona, Ed. Gustavo Gili, 2007, p.75.